miércoles, 23 de mayo de 2012

" Espejos Rotos"



El tema de los espejos, creo, merece un poquito de tiempo, para hacer varios enfoques, ya que muchas personas dependen de ellos para vivir, otros prefieren taparlos, y algunos, quizás romperlos, para decirlo de una manera  metafórica y elegante.

En el primero de los apartados, encontramos una procesión de desdichados hedonistas, discípulos de Narciso, que se pasan horas intentando crear una nueva imagen que les devuelva esa tal hermosura de adonis en permanente deformación. Porque como se llama a esos cuerpos que parecen triángulos invertidos, aceitados y afeitados que van consumiendo parte del sistema neuronal?
Y generalmente son los hombres que caen en manos de la señora “Vigorexia”, en busca de algo que muchas veces nada tiene que ver con el tamaño de los músculos, sino quizás, y solo digo quizás sin hacerme demasiado extensiva, porque lo que me interesa es llegar al centro de mi preocupación momentánea que no es esta.

Continuando con los apartados están los que prefieren taparlos, me refiero a los espejos, para no ver el reflejo del paso de los años.
Aquí , las victimas de los espejos tapados, invierten fortunas en cirugías plásticas, que les devuelven  una imagen de juventud superior. Lo de superior tiene que ver con la ubicación , léase cabeza e interpretese como cara.
Mas, con este tipo de intervenciones , se dejan de tapar los espejos para contemplar su rejuvenecimiento mágico, pero............comienza a taparse el resto del cuerpo, porque deja de condecir con su parte superior estirada o  rellenada.
Es tan bonito ver las personas que caminan por la vida al ritmo que le marca el calendario, con los  signos propios de cada etapa...........

Y finalmene instalada donde yo quería , he de referirme al tercer y ultimo apartado, ya con menos humor para charadas  y con mas respeto hacia la persona a quien me referiré, ya que es alguien a quien llegue a estimar por su manera de encarar la vida y superar las infinitas situaciones que le presento la vida, como pudo, sin echarse para atrás , ni desistir jamas antes las adversidades.
A Angela le rompieron el espejo desde pequeña, desde el vientre de su madre, cuanto todavía su inocencia no podía prever lo que la vida le deparaba.
Nació un sábado de gloria hace 55 años.
En las fotografías que me mostró, se vé a una bebe regordeta, con pequeños rizos dorados y ojos vivaces.
Su madre no quería que naciese, su nacimiento le significaba una perdida total de protagonismo. Allí comenzó a odiarla  y en cierta manera a abandonarla.
Su padre un ser que solo vivía para si mismo, convirtió a Angela  en su objeto  , presentándole un espejo de sus propias necesidades
Esta niña creció satisfaciendo las necesidades de los otros para intentar ser aceptada y amada. Aprendiendo a reprimir , a ocultar o postergar sus propias necesidades, borrando de su horizonte el YO.
Ya gravado en su inconsciente el sentido de ser solo un objeto de satisfacción y aceptando como  ley los mandamientos parentales  que fueron distorsionando los valores de si misma, comienza un peregrinar a través de los años .
Su madre la echó por ultima vez de su casa siendo una adolescente y se caso con 17 años.
¡Que podía saber una adolescente de la vida?
La noche antes a su boda, me cuenta que miraba las estrellas por las rendijas de la persiana buscando un poco de alivio en la inmensidad del cielo.
Se casó sin grandes pompas con un militar del gobierno de facto, con quien compartió veinte largos, larguísimos años, donde se repite la historia familiar.
Cada vez que intentaba mirarse en el espejo, su marido lo rompía a golpes, golpes que trascendía el vidrio reflejante, y hacían blanco en su cuerpo cada vez mas frágil, cada vez mas indefenso, cada vez mas desarticulado.
Angela ya no tenia fuerzas para si propia, solo le importaba mantener a resguardo a sus hijos.
Cada vez más madre y cada vez menos mujer y nuevamente aniquilada intentaba encontrarse en el espejo, pero solo veía fragmentos de si misma.
Hasta que descubrió el arte. Encontró un lenguaje propio al modelar el barro y comenzó allí a construir una imagen de si propia.
Ya no precisaba del espejo fraccionado,
Las mujeres que ella creaba eran para ser acariciadas, por eso no conseguía ponerle precio a sus obras. Como ponerle precio a sus propios sentimientos?
En el barro  aprendió a dejar de ser un objeto. Estaba comenzando a revelarse, estaba consiguiendo repararse a si misma.
Mas han pasado los años y a pesar de su capacidad de lucha por la vida, le esperaba a Angela el mayor de todos los desafíos: “La recuperación de su propia identidad”.
En esta quizás la más dolorosas de sus luchas , tendrá que aprender a confiar en que quizá haya alguien que la ame por lo que es, que la respete y que la valore.
Tendrá que permitir que la mirada de ese ser le devuelva una  nueva imagen de si misma, hasta hacerla propia.
Pues eso son los mecanismos aprendidos, mirarse a través de los ojos del otro.
Hasta que finalmente y con fuerzas renovadas consiga pararse y desechar para siempre su viejo espejo  roto, reemplazándolo por uno nuevo, uno que le permita verse tal y cual es, con su rostro marcado por el paso de los años y su cuerpo maduro  con algunas cicatrices, como trofeos de guerra, emanando el virtuosismo de saberse VENCEDORA”

Un brindis y pétalos de rosa para Angela, amiga entrañable.

Miriam Palacios