domingo, 1 de julio de 2012

yolanda

Miles davis, retrato a lapiz pastel


Yolanda

He estado pensando que hay momentos para todo.
Hay momentos para ordenar la casa. La de afuera y la de adentro.
Hay momentos para sembrar y momentos para cosechar.
Hay momento para ver a los hijos desde lejos y los nietos en fotos.
Hay momentos para decir te amo y otros para apuntar cosas en una agenda sin tiempo
Hay momentos para mirarse de frente y otros para dar la espalda al pasado.
Hay momentos para quedarse quieto y sentir el tiempo transcurrir en un reloj de arena.
Hay momentos para tomarse un sorbete de limón y esperar que se derrita entre el paladar y la lengua.
Hay momentos para compartir un cigarrillo en la mitad de un escalón.
Hay momentos de borrachera y otros para corduras otoñales.
Y hay momentos para hacer justicia y salir del anonimato clandestino.
Yolanda desde ahora tiene presencia y será dignificada.
Desde hace algun tiempo me he sentido muy influenciada por ciertas erudiciones musicales
Un ejemplo de esto es que hasta mi arte estuvo al servicio de tales genialidades, Miles Davis.
Genio entre genios, trompetista de jazz, hermoso rostro de ébano, de rasgos que solo decían dibujame. Y así lo hice.
Mientras en la clandestinidad de mi MP3 escuchaba a Silvio Rodriguez y Pablo Milanes.
La poesía de Pablo me ha hecho sentir a lo largo de los años diferentes sensaciones. Me ha emocionado y me ha acompañado.

Yo no te pido que me bajes una estrella azul,
Solo te pido que  mi espacio llenes con tu luz..........

Y tantas otras que no en tanto ser antiguas, de un antiguo repertorio, se mantienen jóvenes dentro de mi.
Y Yolanda es a mi sentir, la mas bella declaración de amor que un hombre le puede hacer a una mujer y viceversa.
Así, que en este sereno otoño en busca de nuevos matices, y donde:

…..mi soledad de siente acompañada por un nuevo matiz de vida.....

saco en legitimo derecho de un anonimato clandestino de años a Yolanda.
No ocupara la pared del escritorio como Miles Davis, peros si sonara aquí, en mi blog, en mi santuario para todo aquel que quiera emocionarse como yo lo hago cada vez que la escucho.
Y la justicia se ha hecho.